Mi vecina escribe...'Marta encuentra un trabajo' por María Aguirre

Una semana más la sección 'Mi vecin@ escribe' nos descubre un nuevo relato que, en esta ocasión, tiene como autora a María Aguirre una vecina de Majadahonda desde hace casi tres décadas, aunque natural de Cantabria. Le apasiona leer y escribir, sobre todo, diarios de vacaciones y desde el pasado mes de enero participa en el taller de escritura creativa de La Palanca.

MARTA ENCUENTRA UN TRABAJO

Marta está emocionada. Tan nerviosa que no puede dejar de sonreír. Habla sola para tranquilizarse: «No me voy a poner el pantalón negro, me queda muy ceñido y no quiero ir demasiado sexy el primer día, prefiero parecer más seria. Mejor el gris». Y así sigue con el top, la chaqueta, los zapatos… se maquilla frente al espejo del cuarto de baño. Se cepilla la larga melena y decide recogerse el pelo primero en una coleta y luego en un moño.  «Mucho más profesional» se dice complacida. Pone caras. De concentración, de curiosidad, de sorpresa, de amabilidad… se embala un poco y empieza a poner caras de espanto, de desprecio absoluto y finalmente ruge como un león.

Vuelve a comprobar la dirección en el móvil. Ya la ha mirado veinte veces y sabe perfectamente donde está. Sigue en el mismo sitio. Bebe agua. Hace pis. Y, por fin, llega el momento de salir de casa.

Es un buen trabajo y sabe que tendrá que demostrar lo que vale el primer día. Sabe que tendrá que manipular sustancias peligrosas y mezclarlas en dosis precisas. Sabe que será observada y juzgada mientras lo hace. También tendrá que hablar con gente, adivinar en su indecisión, orientarles con delicadeza. Y preocuparse de que todo esté preparado y a punto. En estos trabajos suele haber momentos de mucho estrés y más vale estar prevenido para actuar con rapidez cuando lleguen. Marta cree estar preparada para resistir la presión.

Ella nunca ha trabajado en esto pero tiene una amiga que lo ha hecho y le ha contado que, aunque hay que hacer equilibrios, en un par de días lo tendrá dominado.

El jefe le impone mucho respeto. Solo ha hablado una vez con él por teléfono y parece un hombre con carácter que sabe muy bien lo que quiere. Le resultó un poco brusco en el trato y muy tajante cuando hablaron de las condiciones, pero entendió que, probablemente, esté abrumado por la responsabilidad, y eso hizo que aumentaran sus ganas de impresionarle haciéndolo todo bien. 

En el metro hay bastante gente, aunque no es hora punta. Marta los mira disimuladamente e intenta imaginar dónde van. Le gusta elegir a una persona en concreto, una que le resulte especialmente interesante por cualquier razón, pero hoy no encuentra a nadie. Todos parecen grises y predecibles en este vagón. «Hoy soy yo la persona más interesante del vagón», piensa. «Y ya sé donde voy».

Llega a su destino. Reconoce la fachada porque la ha buscado antes en Street view. Abre la puerta con decisión y entra. Pregunta por Raúl, que resulta ser un hombre enclenque y nervioso que no tiene mucho tiempo para ella. Raúl  se vuelve hacia una mujer sonriente que se acerca a ellos y le dice: «Rosa, enseña a la nueva. Que lleve tres gin-tonics de Seagram’s a la mesa tres». Y se va murmurando. A Marta le parece oír la palabra pazguata. Le da la risa. Rosa también se ríe. Nada ensombrece su ánimo.

María Aguirre

Mi vecin@ escribe

Cada dos semanas la sección #MiVecinoEscribe publica el mejor relato de entre todos los escritos por los alumnos del Taller de escritura creativa impartido por la escritora, referente del género negro en España, Mónica Rouanet. Puedes leer todos los retalos publicados hasta la fecha aquí.

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