Majadahonda celebrará el próximo domingo la tradicional “Quema del Judas”

Majadahonda celebrará el próximo domingo, 12 de abril, la “Quema del Judas”, una fiesta de tradición pagana, que se remonta a la posguerra y en la que se simboliza la quema del pecado y el mal en el cuerpo de un pelele de trapo. La fiesta dará comienzo a las 11:45 horas, en la Plaza de la Constitución, con una traca y la quema del Judas. Posteriormente, a las 12:00 horas, en la Plaza de los Jardinillos, se celebrará un baile popular y, para los más pequeños, habrá juegos infantiles.

Majadahonda celebrará el próximo domingo, 12 de abril, la “Quema del Judas”, una fiesta de tradición pagana, que se remonta a la posguerra y en la que se simboliza la quema del pecado y el mal en el cuerpo de un pelele de trapo.

La fiesta dará comienzo a las 11:45 horas, en la Plaza de la Constitución, con una traca y la quema del Judas. Posteriormente, a las 12:00 horas, en la Plaza de los Jardinillos, se celebrará un baile popular y, para los más pequeños, habrá juegos infantiles.

La Fiesta del Judas es una antigua tradición que se celebra siempre como colofón de la Semana Santa, el Domingo de Resurrección. Esta fiesta viene celebrándose desde que finalizó la Guerra Civil. Anteriormente, no se conocen exactamente sus orígenes, pero se sabe que es una costumbre muy antigua, que en muchos otros municipios limítrofes también se celebra, aunque no en todos con la misma simbología.

El muñeco se hace con un armazón de paja dos o tres días antes para que asiente la paja, y se mete dentro de un mono. Para dar forma redondeada a la cabeza, se rellena un globo con paja y se le coloca delante una careta con forma monstruosa. Los muñecos, atados a un poste, son recubiertos con ropas que se piden en tintorerías o que son donadas por los presentes. De este modo, se procede a la quema, que va acompañada por una serie de petardos y bengalas, y con una gran traca.

En estos momentos, la fiesta ha perdido todo su carácter religioso y ha ido derivando hacia lo profano, teniendo una significación exclusivamente de divertimento.

Sin embargo, antiguamente salían de la iglesia dos procesiones, una del Niño y otra de la Virgen con un velo, con dos recorridos distintos pero de la misma duración. Cuando se producía el encuentro, el alcalde, con su vara de Gobierno, destapaba con cuidado el velo de la Virgen y, a continuación, se quemaba el Judas. Incluso, el Sábado Santo, los niños, cada uno en su barrio, hacían un muñeco y lo quemaban en público.
Junto a ello, durante algunos años, tras la quema del muñeco, se le apaleaba y, los ancianos del pueblo leían ripios y poemas irónicos sobre los sucesos que hubieran ocurrido en el municipio durante el último año. Ahora tampoco se realizan estas lecturas.